Parece que el minimalismo coge fuerza como tendencia creativa este 2021. Son cada vez más las marcas y agencias que optan por el «menos es más», que en realidad llega de la mano de creatividades cargadas de mensajes con un gran significado.
Es el caso de la última campaña creada por Leo Burnett para McDonald’s, en la que los arcos amarillos del logo de la famosa cadena de hamburguesas se cuelan en los hogares llenándolos de luz y de apetitosos menús de la marca.
Pero esta tendencia no está exenta de desafíos y para que el minimalismo realmente funcione en publicidad, los profesionales de la creatividad deben tener en cuenta muchos factores. Tal y como explica Natasha Chetiyawardana, cofundadora y socia creativa de Bow & Arrow, en un artículo para The Drum, el impacto que genera este anuncio de McDonald’s no viene dado por el minimalismo en sí, sino por la forma en la que «las piezas del rompecabezas de la fuerza de la marca y una gran idea encajan perfectamente».
Chetiyawardana pone el foco en el nivel de detalle de estos anuncios, la utilización de colores «apagados» y el fuerte contraste con una ejecución meticulosa, similar a las ilustraciones de Chris Ware. «Yo diría que sin este nivel de craft y de disrupción de la imagen con los arcos dorados, estos anuncios no serían ni la mitad de atractivos. Los ignorarías», explica.
La creativa también recuerda en estas líneas otras marcas que han optado por esta tendencia despojándose de muchos elementos (incluso de su querido emblema) a la hora de crear sus carteles publicitarios, como Apple o Heinz. Cuando las marcas lo hacen bien no es algo casual ni gratuito, es porque no se han dormido en los laureles cuando tienen éxito, señala.
«No se puede tener un minimalismo exitoso sin una idea sólida»
«El minimalismo por el minimalismo tiende a quedarse corto; no se puede tener un minimalismo exitoso sin una idea sólida«, recalca la experta. Y es que, en ocasiones las grandes ideas no vienen acompañadas de muchos detalles, sino que enamoran y conectan con un mensaje simple pero cargado de relevancia.
Las famosísimas portadas de The New Yorker son también un ejemplo de una buena idea y una brillante ejecución. Sobre este medio, la creativa destaca las portadas de Donald Trump que lograron decir mucho más con una imagen que echando mano de las palabras.
El anuncio de KitKat, creado por el especialista en estrategia de marca Sam Hennig, se apoya también en el minimalismo para dotar de más significado (aún) el claim de la marca de chocolatinas.
A la hora de crear diseños minimalistas, el contexto también es clave. De hecho, hay anuncios de similares características que se pasaron por alto porque quizá demasiadas marcas optaron por esta tendencia. «El tiempo afecta absolutamente nuestra percepción», enfatiza, recordando el momento de fatiga y saturación en el que estamos inmersos en la actualidad. «Leo Burnett capturó esto en el momento adecuado. Estamos abrumados. Y necesitamos luz y comodidad», dice Chetiyawardana.
Fuente: Marketing Directo